The Skillet Lickers fue una de
los grupos de cuerda más populares e influyentes de los años 20 y 30. La banda,
liderada por el violinista Gid Tanner, combinaba el country old-timey con un
extravagante sentido del humor y mucho talento para el espectáculo. La
formación original estuvo compuesta por Tanner, el guitarrista Riley Puckett, el
violinista Clayton McMichen y el banjoista Fate Norris. Su época de mayor éxito
fue de 1926 a 1931.
Tanner tenía los derechos del nombre
del grupo; después de todo, fue él quien convenció a Frank Walker,
representante de Columbia Records, para montarlo en 1925. Anteriormente, Tanner actuaba en solitario en el
circuito de festivales que frecuentaban los violinistas. A mediados de la
década de 1910 tuvo sus primeros éxitos profesionales al ganar varios concursos
de violinistas en Atlanta. Además de tocar, Tanner era también un gran showman
que llegaba con facilidad al público. Finalmente, Columbia le pidió que grabara
para ellos, y a comienzos de 1924 viajó a Nueva York con su amigo y colega
Riley Puckett, con quien grabó varias canciones.
En 1925, Frank Walker viajó a
Atlanta con la intención de formar un supergrupo de cuerda. Acordándose de Tanner
y sus grabaciones, les pidió a éste y a Puckett que formaran el núcleo del
grupo, incluyendo también a McMichen y a Norris. Con el nombre de The Skillet
Lickers, el grupo grabó y lanzó sus primeros singles en 1926. Consiguieron inmediatamente su primer éxito con
el single “Bully of the Town”/”Pass Around the Bottle and We’ll All Take a
Drink”. A este single le siguió rápidamente "Watermelon Hanging on
the Vine”/"You", que confirmó su estatus como estrellas del hillbilly.
Su tercer single, “A Corn Licker
Still in Georgia”, alternaba en tono de comedia la música con un diálogo cómico
sobre los contrabandistas ilegales de alcohol. Con este single consiguieron su
mayor éxito, igualado por "A Fiddler’s Convention in Georgia".
Con el éxito llegó la tensión
interna a la banda. Todas sus grabaciones estaban acreditadas a nombre de
"Gid Tanner & His Skillet Lickers", lo cual se convirtió en una
fuente de disputa entre Tanner y Puckett y McMichen, los cuales sentían que
eran más importantes para el sonido del grupo que Tanner. Se llegó a un
acuerdo, y en los créditos de los discos comenzaron a aparecer como “Gid Tanner
& His Skillet Lickers With Clayton McMichen and Riley Puckett”.
Sin embargo, eso no puso fin a
la fricción dentro del grupo, que por entonces incluía a varios miembros más jóvenes
como los violinistas Lowe Stokes y Bert Layne. Ambos deseaban cambiar el estilo
de música del grupo derivándolo hacia el Western Swing. McMichen se puso de
parte de los nuevos, pero el resto del grupo quiso permanecer fiel a sus raíces
folklóricas. Hacia 1930, los miembros del grupo entraban y salían del mismo de
forma continua. McMichen, además de seguir en el grupo, hacía de músico de estudio
para Columbia Records. Finalmente, formó un nuevo grupo de cuerda llamado The
Georgia Wildcats, aunque siguió participando en todas las sesiones de grabación
de Skillet Lickers hasta 1931.
Tras la disolución de The
Skillet Lickers en 1931, Puckett y Layne siguieron haciendo giras y grabando
con el nombre de Skillet Lickers, pero el nombre fue reclamado oficialmente por
Tanner en 1934, cuando firmó para el sello Bluebird de Víctor. Tanner había
montado un nuevo grupo de Skillet Lickers –en el que estaban Puckett, el mandolinista Ted Hawkins, los guitarristas Mike
Whitten, Hoke Rice y Hugh Cross, y sus hijos Arthur y Gordon, al banjo y al violín,
respectivamente-, y grabó más de 30 canciones en San Antonio. Fue la última vez
que Tanner entró en un estudio de grabación. En esas sesiones grabaron su
último éxito, “Down Yonder”.
Tras la sesión de 1934, retiraron
el nombre de Skillet Lickers y un poco más adelante se retiró el mismo Tanner.
Puckett, McMichen y Layne siguieron sus carreras en solitario. Tras la muerte
de Tanner en 1960 en Dacula (Georgia), su hijo Gordon continuó con la tradición
de su padre y de los Skillet Lickers.